Bitcoin y el oro en tiempos de inflación
Cuando toca protegerse de la inflación, las personas buscan un activo que, ante condiciones adversas, mantenga algún valor. Bitcoin y el oro son dos activos utilizados con esta finalidad. El oro se emplea como un mecanismo de reserva de valor debido a que su cotización habitualmente se mantiene estable, pese al comportamiento del mercado.
Bitcoin también suele ser empleado con este fin, además de considerarse como un activo especulativo. De hecho, algunas personas llaman a esta criptomoneda “el oro digital”. Ahondemos un poco más en qué convierte a estos activos en refugios de valor.
¿En qué se parecen Bitcoin y el oro?
No generan intereses: ni Bitcoin, ni el oro, generan ganancias o ingresos, como otros instrumentos financieros (acciones y bonos, por ejemplo). Además, no devengan flujos futuros, por lo que tampoco tienen métricas de valor simples y universales.
De hecho, el precio del oro el último año se ha desplomado. Y, Bitcoin, desde su nacimiento, ha sido famoso por su volatilidad, característica que ha sido muy atractiva para los inversionistas que buscan grandes ganancias.
Líderes del mercado: el oro es el metal más valioso y demandado. Por siglos, ningún activo fue más preciado. Pero, con la llegada de Bitcoin, muchos inversionistas comenzaron a migrar a la criptomoneda y el oro ha ido perdiendo su dominancia.
En el mes de marzo, el analista de Bitcoin, Willy Woo, expresó en su twitter que la propiedad de Bitcoin se ha triplicado en los últimos 3 años. Por el contrario, las acciones y el oro siguen estancados.
Pero, las similitudes entre Bitcoin y el oro terminan aquí. Las diferencias entre ambos activos como reservas de valor son muchas, y generan debate respecto a la conveniencia de cada uno.
¿Funcionan Bitcoin y el oro como reservas de valor?
Existen seis características fundamentales que todo activo debe cumplir para funcionar como reserva de valor. Evaluemos a Bitcoin y el oro para determinar si cumplen con ellas.
Escasez
Cualquier activo que sea utilizado como reserva de valor debe tener una oferta limitada. La escasez determina que un activo aumente de precio en el tiempo y pueda estar protegido de la inflación.
Al momento de la redacción, el oro tiene el precio más bajo que ha registrado en todo el año. La onza de oro tiene un valor de $1,697.70. Este precio representa una disminución del 16.74% respecto al 8 de marzo, cuando el activo alcanzó su pico más alto del 2022, en $2,039.05.
La incertidumbre en los mercados, frente a la posibilidad de que la Reserva Federal de Estados Unidos aumente las tasas de interés, podría estar detrás del desplome. Así, los inversionistas tradicionales preferirían acumular intereses en las instituciones bancarias en lugar de correr riesgos con el oro.
Otro de los factores que estarían perjudicando al oro, y que lo haría perder puntos frente a Bitcoin, es el descubrimiento de un nuevo yacimiento de 31 millones de toneladas en Uganda. Anunciado en junio, podría ser el depósito de oro más grande del mundo.
Para noviembre del 2021, las reservas mundiales de oro se calculaban en aproximadamente 254 mil toneladas. Pero, con el paso del tiempo se descubren nuevos yacimientos, como ocurrió con Uganda este año.
A diferencia del oro, con Bitcoin no existe la posibilidad de que se encuentren nuevos yacimientos. Este criptoactivo ha sido diseñado con un suministro limitado a 21 millones de monedas.
Confianza
Una reserva de valor necesita tener una gran aceptación de las personas. Así, una gran suma de individuos debe considerar que el activo en su posesión tiene un valor de cambio.
Durante mucho tiempo, el oro fue de confianza. Incluso, desde 1945, con el Patrón Oro, los países del Fondo Monetario Internacional (FMI) estaban obligados a mantener un tipo de cambio fijo respecto al dólar y al banco central estadounidense a respaldar su divisa con el oro. Pero, el año pasado, se cumplieron 50 años de que el presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, diera por terminado este sistema.
En algunos países como Venezuela o Argentina, la confianza en Bitcoin como activo de refugio se ha venido fortaleciendo en los últimos años, frente a los altos niveles de inflación que enfrentan estas economías.
Durabilidad y almacenamiento
Una reserva de valor tiene que asegurar que no se deteriorará con el tiempo. Bitcoin y el oro cumplen con este requisito. En el caso del oro, este metal no es afectado por el aire, calor, humedad o la mayoría de agentes disolventes. Por ello, no se oxida ni pierde su color ni brillo con el tiempo. Hoy podemos apreciar piezas elaboradas con oro hace miles de años que se mantienen intactas.
Bitcoin no solo es imperecedero, tampoco puede destruirse. Siempre que existan nodos en distintas partes del mundo para correr la red descentralizada, entonces la criptomoneda existirá.
En cuanto al almacenamiento, es fundamental que el activo de refugio tenga bajo costo de almacenaje. No solo es necesario que el valor dure en el tiempo, sino que se mantenga. Así, que ni Bitcoin ni el oro paguen intereses hace que cumplan con esta condición.
Portabilidad
Cuando se trata de una reserva de valor, una de sus características cruciales es que sea divisible y transmisible. La portabilidad busca que el activo sea fácil de comprar y vender sin que pierda liquidez.
Bitcoin y el oro difieren enormemente en este aspecto. No podemos salir a la calle con un lingote de oro en el bolsillo para hacer las compras. Pero, actualmente existen procesadores de pago con criptomonedas, cajeros y muchos comercios alrededor del mundo que nos permiten emplear nuestros bitcoins sin necesidad de convertirlos a otra moneda.
Uniformidad
Esta característica también la comparten Bitcoin y el oro. Para que una unidad del activo refugio sea confiable, todas sus unidades deben ser iguales.
¿Es Bitcoin un activo de refugio por excelencia?
Como hemos visto, Bitcoin cumple con la mayoría de estas características. Sin embargo, no se puede afirmar que Bitcoin es solo un activo refugio, como ha sido el oro a través de los años.
Debemos recordar que Bitcoin fue diseñado como una moneda. Es decir, un método de pago que sirve para ser intercambiado por bienes y servicios. Es así como Bitcoin, y no el oro, se ha convertido en moneda de curso legal en países como El Salvador y Cuba.